«Se necesita un amigo que sepa hablar y callar,
sobre todo que sepa escuchar.
Tiene que gustar de la poesía,
de la madrugada,
de los pájaros, del sol, de la luna,
del canto, de los vientos
y de las canciones de la brisa.
(…)
Que sepa conversar de cosas simples,
de lloviznas y de grandes lluvias
y de los recuerdos de la infancia.
(…)
Se precisa un amigo que diga que vale la pena vivir,
no porque la vida es bella,
sino porque se tiene un AMIGO».
Vinicius de Moraes